Un mar de fueguitos...

"Un hombre del pueblo de Neguá, en la costa de Colombia, pudo subir al alto cielo.
A la vuelta, contó. Dijo que había contemplado, desde allá arriba, la vida humana. Y dijo que somos un mar de fueguitos.
—El mundo es eso —reveló—. Un montón de gente, un mar de fueguitos.
Cada persona brilla con luz propia entre todas las demás.
No hay dos fuegos iguales. Hay fuegos grandes y fuegos chicos y fuegos de todos los colores. Hay gente de fuego sereno, que ni se entera del viento, y gente de fuego loco, que llena el aire de chispas. Algunos fuegos, fuegos bobos, no alumbran ni queman; pero otros arden la vida con tantas ganas que no se puede mirarlos sin parpadear, y quien se acerca, se enciende."

Eduardo Galeano
( El mundo , de "El libro de los abrazos")

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martes, 23 de octubre de 2012

RINCÓN DL QUEBRACHO... Dep. San Cristobal

La construcción del ferrocarril ha sido un factor muy importante para la creación de muchos pueblos en la provincia de Santa Fe. En torno a éstos se levantaban pequeños asentamientos que con el tiempo dieron lugar a la fundación de florecientes pueblos que fueron alcanzando un importante desarrollo socio económico transformándose, en varios casos, en ciudades importantes en el interior de la provincia.


No es este el caso de “Rincón del Quebracho” pero que por no ser igual no fue menos importante para el desarrollo de gran parte de la región. Rincón del Quebracho fue un apeadero del ferrocarril General Belgrano en la línea Santa Fe- Tucumán que luego se extendió hasta La Quiaca.

Rincón del Quebracho se sitúa a una distancia de 111 kilómetros al norte de la ciudad de Santa Fe y a 11 kilómetros al oeste de San Justo al cual se llaga con solo atravesar el Río Salado.

Tristemente debemos hablar en pasado porque a partir de la política privatizadora del entonces gobierno argentino de los años noventa, estos lugares como tantos fundamentalmente del norte del país, quedaron totalmente aislados ya que el único medio de transporte que los unía era el ferrocarril.

Rincón del Quebracho fue un paso obligatorio del mencionado ferrocarril… Contaba con una vía principal, una auxiliar y una tercera para estacionamiento de vagones de carga los cuales se enganchaban en convoyes para el traslado de la cosecha a los puertos más importantes.

Había un jefe de estación y un auxiliar de apellido Rivadero que era el que mas tiempo pasaba en la estación ya que vivía en el propio lugar con toda su familia. Había por aquellos años una escuela primaria donde asistían chicos provenientes del campo ya que también era una importante zona de producción agrícola. La escuela contaba con solo dos aulas y un maestro que hacía también de director y portero, como sucede en las escuelas rurales.

Hoy este lugar se lo sigue llamando con la misma denominación aunque el objeto por el cual nació ya no existe. Las vías están desiertas con un marcado e importante grado de deterioro y abandono, aunque todavía cada tanto pasa algún tren carguero rumbo al norte del país.

”Ya no se oyen las locomotoras ni los convoyes transitar este recorrido”...nos decía Sergio, hijo del recordado auxiliar de la estación, hoy radicado en Santa Fe. “Estos ruidos que me despertaban a la mañana como la campanilla del tren papero ya no están pero siguen repicando en mis oídos como los recuerdos más lindos de una vida que indefectiblemente sigue su curso” remataba la entrevista Sergio Rivadero.


Tren papero: transportaba mercadería perecedera hacia el norte del país.